En el estudio en cuestión, la fragilidad se midió por el agotamiento, la debilidad, la actividad física, la velocidad al caminar y la pérdida de peso. De la Revista de la Asociación Estadounidense de Directores Médicos Médicos en 2014:
Resumen
Fundamento y objetivo: Una baja ingesta de determinados micronutrientes y proteínas se ha asociado a un mayor riesgo de fragilidad. Sin embargo, muy pocos estudios han evaluado el efecto de las dietas globales sobre la fragilidad. Este estudio examinó la asociación entre la adherencia a la dieta mediterránea (DM) y el riesgo de fragilidad en los ancianos.
Diseño, ámbito y participantes: Estudio de cohorte prospectivo con 1.815 personas residentes en la comunidad de edad ≥ 60 años reclutadas en 2008-2010 en España.
Medidas: Inicialmente, el grado de DM [Mediterranean Diet] La adherencia se midió con la puntuación MEDAS (Mediterranean Diet Adherence Screener) y la puntuación de la dieta mediterránea, también conocida como índice Trichopoulou.
En 2012, los individuos fueron reevaluados para detectar fragilidad incidente, definida por tener al menos 3 de los siguientes criterios: agotamiento, debilidad muscular, baja actividad física, velocidad de caminata lenta y pérdida de peso.
Las asociaciones de los estudios se resumieron con los odds ratios (OR) y su intervalo de confianza (IC) del 95% obtenido de la regresión logística, con un ajuste para los principales factores de confusión.
Resultados: Durante un seguimiento promedio de 3.5 años, se identificaron 137 personas que presentaban una fragilidad incidental. En comparación con los individuos en el tercil más bajo de la puntuación MEDAS (adherencia más baja a la DM), la OR (IC del 95%) de la fragilidad fue 0,85 (0,54-1,36) para los del segundo tercil y 0,65 (0,40-1,04; P para la tendencia = .07) en el tercer tercil. Las cifra
s correspondientes para la puntuación de la dieta mediterránea fueron 0,59 (0,37-0,95) y 0,48 (0,30-0,77; P de tendencia = 0,002). Estar en el tercil más alto de MEDAS se asoció con un riesgo reducido de caminar lento (OR 0,53; IC del 95%: 0,35 a 0,79) y pérdida de peso (OR 0,53; IC del 95%: 0,36 a 0,80). Finalmente, el riesgo de fragilidad se asoció inversamente con el consumo de pescado (OR 0,66; IC 95% 0,45-0,97) y fruta (OR 0,59; IC 95% 0,39-0, 91).
CONCLUSIONES: En los adultos mayores que viven en la comunidad, el aumento de la adherencia a la DM se asoció con un menor riesgo de fragilidad.
¿Has notado otra buena razón para comer pescado?
Me pregunto por qué se publicó la investigación en el Journal of the American Medical Medical Directors Association.
Steve Parker, doctor en medicina